Desde el Desierto de Atacama
Calama II Región de Chile

Visión

Este Blog nació con la sola intensión de dar a conocer que en el Norte de Chile, en el Desierto más árido del mundo, también se puede hacer Aventuras en bicicleta, sin importar las condiciones físicas, climáticas y geográficas, siempre con respeto a las comunidades indígenas, el entorno, el medio ambiente y la Naturaleza.
E
n este Blog encontrarás fotos y explicaciones de los diferentes viajes que hemos realizado los últimos cuatro años por el Norte de Chile; Además consejos de mecánica, alimentación sana, Campismo, primeros auxilios y mucho más.
Damaris y Guillermo
Le dan la más Cordial Bienvenida a Nuestro Blog!.


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Esta ha sido una de las travesías más duras que nos ha tocado hacer, no por la distancia que son alrededor de 100 Km., sino por la inclemencia del desierto, las altas temperaturas y el camino muy duro (Mucha calamina). Pero hagamos un poco de historia de este camino:

El camino Calama – Puerto Cobija data de muchos años atrás. Cobija fue un puerto boliviano en las costas del Océano Pacífico, creado en 1825 por Simón Bolivar con el nombre de Puerto La Mar (o Lamar), ubicado en el litoral entre las actuales ciudades de Tocopilla y Antofagasta.
El estado boliviano lo decretó puerto el 25 de diciembre de 1825.
El puerto se transformó en un importante centro aristocrático, cultural y económico, visitado incluso por el presidente Andrés de Santa Cruz. En 1857 tenía una población de alrededor de 1.000 habitantes e inclusive una planta de desalinización de agua de mar, propiedad de José Santos Ossa. Desde aquí se organizaron numerosas expediciones, entre otras, la que descubrió el mineral de plata de Caracoles en 1870.
Fue ocupada por las tropas chilenas, durante la Guerra del Pacífico, en 1879.
Hacia 1885 Cobija sólo tenía 429 habitantes. En 1907 fue definitivamente abandonado. Hoy solo queda un antigua cementerio y solo ruinas.

Bueno después de haber hecho un poco de historia, les comentaremos del viaje.
A mediados de Octubre del año 2007 comenzamos este viaje, para ello nos preparamos física y mentalmente, sabíamos que no sería del todo fácil. Además hicimos un mapa con el recorrido en el Google Hearth.

Partimos desde casa con mucho entusiasmo y alegría, a 11 Km. de Calama pasamos por el camino que lleva a un lugar llamada Ojo de Apache, allí existe un Balneario ubicado en las inmediaciones del río Loa, y cuyas aguas se vierten a una piscina natural rodeada de vegetación.

La costa es pareja, de unos 600 mt. Aprox. La flora está dada por los chañares y tamarugos, y la fauna, principalmente por familias de roedores y pajarillos de la zona como tórtolas, jilgueros, zorzales, entre otros.
En el sector también existe una cárcel atípica: un vivero en el que los reclusos producen árboles y arbustos aptos para el desierto de altura.

Actualmente, en este Centro de Educación y Trabajo, CET, trabajan 14 reclusos y 3 funcionarios de Gendarmería. Los internos tienen un horario de trabajo y reciben una remuneración por producir pimientos, algarrobos, tamarugos, chañares, mioporos, chilcas, colas de zorro, entre otros.

Gracias a un convenio con el Plan de Integración Nueva Calama de división Codelco Norte, este CET entregará cerca de 42 mil árboles y arbustos para el plan de forestación de Calama.

Ya a esa altura del viaje, sentiamos la alta temperatura y nuestros labios se percibía la sequedad del desierto, haciendo el pedalear una faena cada vez más difícil

Desde ese cruce a 4 Km. se encuentran Los Cóndores, un estanque de agua en el medio del desierto y en medio de la nada, el que suministra del vital elemento a la cumuna de María Elena (Una antigua oficina salitrera que aún funciona, perteneciente a la Empresa Soquimich) y a Tocopilla.

Es un Estanque de proporciones mayores, alrededor de 45 mt. de Ø y una altura de unos 5 a 8 mt. y con una capacidad de almacenaje de 10.000 m3.

Al llegar a ese lugar, que es como llegar a un oasis, porque está lleno de árboles descansamos un poco, comimos plátano (Para recuperara algo de potasio perdido por la transpiración) compartimos con unos amigos caninos los que al principio son bastante bravos, pero uno les da algo de comer y ya son amigos. Luego de este dencanso de media hora aprox. seguimos viaje.

Estabamos tan contentos con esta aventura, que la felicidad nos salía por los poros y lo demostrabamos a cada momento y de la mejor manera... hacièndonos mucho cariño!.

Para protegerse del sol Damaris se puso un gorro que compramos hace tiempo a unas personas en Santiago de la empresa UV COOL, de la cual Damaris fue representante en la zona norte. Ellos venden ropa fotoprotectora australiana (nos llevan delantera en ese aspecto) de la marca RADICOOL, son excelentes productos, en especial para esta zona.

Como salimos tarde, optamos por acampar en una grieta. Allí armamos nuestra carpa y preparamos algo caliente, a mi me gustan mucho las sopas, por lo que en cada viaje, me llevo algunos sobres para preparar. a usa hora (20:30) la temperatura comenzó a descender muy rapidamete.

Damaris en cambio le encanta preparar sus ya conocidos completos o hot dog, a la chilena, esos con chucrut, tomate, palta mayonesa y mostaza. Digo conocidos porque en cada viaje que hacemos, son la primera comida que consumimos en nuestra primera acampada.

Al otro día seguimos muy temprano, después de recorrer alrededor de 28 Km. llegamos hasta una gran quebrada en la rivera del río San Salvador, allí se acabó el camino que habíamos tomado.

Fue cuando nos dimos cuenta… Muy Tarde, que nos equivocamos de ruta. Desde ese punto cruzamos dos grandes quebradas hacia el sur, bajando y subiendo las bicicletas y todo nuestro equipaje con cuerdas, (no había otra manera)y siempre pensando encontrar o retomar el sendero correcto) pero ya las fuerzas no nos dieron para seguir pedaleando.

El sol y la sequedad del desierto estaban siendo nuestro verdugo, estábamos insolados y desorientados, sin saber para donde ir, por lo que decidimos hacer un toldo para capear un poco las altas temperaturas y proseguir de noche. Pero el agua se acababa, las provisiones estaban por las mismas, se hizo de noche, y tratamos de seguir pero esta vez era el intenso frió que no nos dejaba avanzar, por lo que solo nos acercamos a otra grieta (que por estos lados abundan), volvimos a armar carpa y tratar de descansar lo más posible.

Al otro día partimos muy temprano, solo para capear el sol, ya a las 10:00 hrs. éste nos estaba matando, sentíamos que estábamos deshidratados y ya no teníamos agua y para peor mí piñón de la bici comenzó a resbalar y un pedal se rompió por lo que hacía más difícil o casi imposible el avanzar.

Alrededor de las 13:00 horas llegamos al Estanque Los Cóndores, aquel que nos vio pasar hace dos días atrás con un entusiasmo sin igual. En el estanque hay un cuidador y operador de las válvulas y todo el sistema, el que trabaja en largos turnos de 20x10, nos dio agua potable (bueno tiene 10.000 m3 en el estanque) y también nos convidó agua fresca, refrigerada… se portó muy bien ese hombre, que no nos quiso dar su nombre.

Desde aquí nos quedaban 14 Km. más hasta llegar a casa. Pero estabamos muy mal por lo que tiramos las esponjas (de goma eva) que uno pone bajo los sacos de dormir y dormimos como dos horas bajo los árboles del sector. Al despertar, no queríamos nada, por lo que llamé a un amigo Alfredo Moreno El Negro, que tiene camioneta para que nos fuese a buscar. Se demoró como dos horas en llegar hasta donde estábamos (no es fácil llegar por la cantidad de senderos sin señalización que existen en el sector).

Al final llegamos a casa, con alrededor de 95 km. recorridos en el desierto considerado el más seco del mundo, a un promedio de 2.500 m.s.n.m. deshidratados, muy cansados y con el ánimo y la moral por el suelo, pero gracias a Dios vivos y sin mayores problemas, pero con la idea fija de adquirir más y nuevas experiencias y prepararnos para esta aventura que haremos algún día no muy lejano.
Hasta Pronto!!!


Para ver todas las fotografías de este viaje, pincha Aquí:
http://picasaweb.google.com/ggodo005/CaminoAntiguoCalamaPuertoCobija

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